jueves, junio 21, 2012

Adiós Ernesto...



Hace un año murió Ernesto Sábato. En estos días cumpliría 101 años. Fué mi gran amigo durante 13 años.  No mucho para él. Me acuerdo cuando me hablaba en francés, no entendía nada pero me encantaba escucharlo con esa voz ronca, lenta, grave y aguada a la vez. Cuando murió yo estaba en New York inaugurando un mural ese mismo día. Los que se van cuando uno está muy lejos del sitio donde mueren, parece que se murieran menos, continúan viviendo dentro de uno, tal como fueron.
Fué mi amigo de cada día, nos separaban 70 años, ya no tengo su ternura que era parte de mi pan de todos los días. Nadie podrá darme ya lo que él se llevó porque su sensibilidad y fraternidad activa era uno de los preciados lujos de mi vida. Hoy extraño su grandeza, su simplicidad y rectitud, su bondad y sensillez.

Foto: Ernesto y yo mirando un película de Angelopoulos al atardecer en su biblioteca.