miércoles, julio 14, 2010

Digo....

Una vez empiezas a dejar los pensamientos, el polvo que has recolectado en el pasado, la llama surge limpia, clara, vital, joven. Toda tu vida se convierte en una llama sin humo.
Los tiempos cambian, pero la experiencia del silencio, la alegría permanece igual. Esa es la única cosa con la que tu puedes contar, la única cosa que nunca muere. Es la única cosa que tu puedes llamar tu verdadero ser.
A menos que abandones tu personalidad, no serás capaz de encontrar tu individualidad.
La creatividad es la cualidad que pones en la actividad que estás haciendo. Es una actitud, un enfoque interior: cómo ves las cosas...
No todo el mundo puede ser un pintor, tampoco hay necesidad. Si todo el mundo se convirtiera en pintor, el mundo sería muy feo; sería difícil vivir. No todo el mundo puede ser un bailarín; tampoco hay necesidad. Sin embargo todo el mundo puede ser creativo.
Hagas lo que hagas, si lo haces gozosamente, si lo haces amorosamente, si el acto de hacerlo no es puramente económico, entonces es creativo. Si, debido a eso algo crece en tu interior, si te produce crecimiento, es espiritual, es creativo es divino. Te vuelves más divino a medida que te vuelves más creativo.
Todas las religiones del mundo han dicho que Dios es el creador. No sé si él es el creador o no; sin embargo sé una cosa: cuando más creativo te vuelvas, más divino te volverás. Cuando tu creatividad llega a un clímax, cuando toda tu vida se vuelve creativa, vives en Dios. Así que, él debe ser el creador, porque la gente que ha sido creativa ha estado muy cerca de él.
Cuando el corazón es inocente y los muros han desaparecido, quedas unido al infinito. Y no te sientes engañado: No hay nada que se te pueda quitar, ¿porqué tendría uno que tener miedo de que se lo quiten? No se te puede quitar, no hay posibilidad, no puedes perder tu verdadero tesoro.
Observa las olas en el océano. Cuanto más alta suba la ola, más profunda es la caída que sigue. En un momento dado eres la ola: al momento siguiente eres el vacío que le sigue. Disfruta de ambos; no te hagas adicto a ninguno de los dos. No digas: 'Me gustaría estar siempre en la cumbre': No es posible. Mira simplemente los hechos: No es posible. Nunca ha ocurrido y nunca sucederá. Simplemente es imposible, no está en la naturaleza de las cosas. ¿Entonces, qué hacer? Disfruta de las cumbres mientras duren y, luego, disfruta de los valles cuando vengan. ¿Qué hay de malo en los valles? ¿Qué hay de malo en estar abajo? Es una relajación. Una cumbre es una excitación y nadie puede existir constantemente en una excitación.
Bueno el vino me pone zen. O medio estúpido! Todavía no lo sé.