miércoles, marzo 17, 2010

Mis mañanas...


Hace unas semanas decidí dejar de leer por un buen rato, ¿la verdad? Nunca lo hice.

Hace muchos días que al levantarme leo un pasaje de Khalil Gibrán que me conmueve, me emociona, le da sentido a mi vida, me endereza el rumbo, hace que no caiga en la trampa que los demás tienden, me mantiene alejado de la neurosis y las aguntias de los demás, me hace ver mi fuerza interior, me hace ver que mi vida es mi vida. Me mantiene en la alegría y me aleja del dolor. Me hace sentir que cada día es una fiesta y que si en la mañana me levanto de mal humor, es que mi vida va mal.

Todas las mañanas me despierto y estallo en carcajadas porque es la fiesta. El mundo puede derrumbarse, puedo perder todo lo que tengo, casa, bienes, abrigo, y eso no significa nada: es la fiesta.

Y me hace sentir que lo atravesaré todo, como dice Jodorowsky, siendo impecable e implacable.


"Llevo en el alma un amigo que me consuela cuando la congoja de los días es fuerte, y me reconforta cuando las desgracias de la vida me atacan. Aquel que no es amigo de su propia alma es enemigo de la gente, y quien no encuentra en sí mismo el consuelo muere decepcionado, porque la vida brota del interior del hombre y no de lo que lo rodea.

Vine a decir una palabra y la diré, pero si la muerte me sorprende antes de pronunciarla, el mañana la dirá. Porque el mañana no deja ningún secreto oculto en el libro de la eternidad.

Vine a vivir en la grandeza del amor y en la luz de la belleza; héme vivo, la gente no me puede apartar ni alejarme de mi vida.

Si me ciegan los ojos me basta el oído para oír las canciones del amor y los salmos de la belleza. Si me ensordecen bástame la caricia del éter mezclado con el suspiro de los amantes y el perfume de la belleza. Si me ocultan del viento viviré con mi alma porque el alma es hija del amor y de la belleza.

Vine para ser de todos y para todos, y lo que hoy hago en mi soledad, lo divulgará el porvenir ante el mundo. Y lo que ahora digo en una sola lengua, el mañana lo expresará en muchas lenguas." Kahlil Gibrán.