miércoles, marzo 03, 2010

Jodorowsky me puso en vena...


Ayer no estaba en vena, por lo tanto domrí muy mal, muchas pesadillas.

Ahora ya estoy levatado, son las 8.35 am. Parecería ser uno de esos días en que apenas te despertás empezás a plantearte el problema de la vida y de la muerte, del arte, del ser.

Hace media hora estoy releyendo a Jodorowsky y me habla directamente a mí.

Me hizo muy bien. Por eso lo comparto. Considero que a alguno de ustedes le puede hacer tan bien como a mí en este día de llovizna.


"Resulta imperioso comprender que la verdad es HACER. No hay verdad sin hacer. No hay espíritu, no hay talento, si no hacemos. Podemos quedarnos en lo potencial y morir en lo potencial.

Te dices: Si ayudo al mundo, haré esto o aquello.

O bien: La cantidad de niños que sufren, es infame.

O bien: El horror, la atrocidad es la guerra, ¡hablemos de estos problemas!

Pero ¿qué haces? Tienes un enorme deseo de trasnformar el mundo, pero ¿qué pones en práctica? Tienes un gran deseo de transformar tu vida, pero ¿cuándo comenzarás a hacerlo? ¡Comienza! Se verá si puedes. Hablas tanto... Hablar no exige ningún talento. El talento es comenzar."


"Hay doce horas de día y doce horas de oscuridad. Toda luz tiene su sombra. Toda positividad tiene su negatividad. En cierto modo, estás en la sombra. Estás pensando negativamente. Preferís imaginar que te van a matar en ver der ser positivo y pensar que, en el fondo, la muerte no existe, que es necesario correr riesgos para dejar de existir en el tener y para llegar a su ser esencial, repito, llegar a su ser esencial, llegar a revivir."


"Desde el momento en que pierdes la duda y comienzas a actuar, toda la tradición comienza a agitarse. Tu árbol genealógico, tu vieja vida pasada, tus padres, hermanos y hermanas, tus pensamientos, el mundo entero se moviliza porque todos se aferran a ti. Cuando sufres, las personas que te consuelan no te curan: te tratan bien para mantenerte en tu sufrimiento. Así, la podredumbre continúa pero es una corrupción bien acompañada. De una descomposición a otra, se intercambian palabras de consolación. Las personas se consuelan mutuamente y se dan compañía. No quieren cambiar: sólo quieren estar acompañadas."