miércoles, noviembre 25, 2009

Rubén Darío...


No. La forma poética no está llamada a desaparecer, sino a extenderse, a modificarse, a seguir su desenvolvimiento en el eterno ritmo de los siglos.

Los nuevos maestros se dedican, más que a luchar en compañía de nuevos artístas, al cultivo de su propio ego.

Lo poético existirá mientras exista el problema de la vida y de la muerte.

El don del arte es un don superior que permite entrar en lo desconocido del antes y en lo ignorado del después, en el ambiente del ensueño o de la meditación.

No hay escuelas; hay poetas.

El verdadero artista comprende todas las maneras y halla la belleza bajo todas las formas.

Toda la gloria y toda la eternidad están en nuestro corazón.