sábado, abril 26, 2008

Bajo la mirada paralizadora de la Gran Raya Negra...


"Bajo la mirada paralizadora de la Gran Raya Negra."
200 x 160 cm.
2008
Emilio Fatuzzo.

viernes, abril 18, 2008

Campo de trigo...


Campo de trigo... 2008, acrílico sobre tela, Emilio Fatuzzo.

martes, abril 15, 2008

Crucifición...

La crucifixión de Jesús, por su trascendental importancia en el cristianismo, es una de las temáticas más reproducidas en el mundo del arte de los últimos 2000 años.
La escena siempre es fuerte, debido a su simplicidad, (un hombre y una cruz) no son necesarios más elementos, aunque a veces encontramos otros personajes.
Quedamos sobrecogidos al contemplar a un dios hecho hombre, sacrificándose por nosotros hasta morir. Aceptando la muerte como pago por la salvación del hombre, y al mismo tiempo la dignidad, la capacidad de perdón, la aceptación de un destino único y sublime.
Yo creo que no existen Grandes Temas o temas pequeños. Lo que existen son Grandes Pintores o pequeños pintores. La prueba de esto es: Cezzane pinta una naranja y es una Obra Maravillosa y cualquier pintor mediocre pinta una crucifixión y es un mamarracho.

El hombre occidental de la Edad Media se sumerge en los valores espirituales y "sólo vive para Dios".
En el siglo XIII La Razón comienza a introducirse en el pensamiento y el concepto de que por medio de ésta se iluminarán cualquier rincón oscuro del Hombre comienza a predominar.
El Renacimiento es una vuelta a los temas como la naturaleza, el paisaje y el desnudo. Por lo tanto el hombre comienza a "amar" a la naturaleza, la contempla. Pero para Max Scheler amar y dominar son actitudes complementarias, por lo tanto el hombre tiende a dominar y poseer a la Naturaleza, osea, a ponerla a su disposición.
Surge la ciencia positivista. Todo se mide y todo se cuantifica; el tiempo, el espacio, el dinero, etc., Ya el hombre conoce las fuerzas que gobiernan el mundo y las pone a su servicio.
Todos los males de la Humanidad podrán ser resueltos mediante la Ciencia y el Progreso. Pero como dice Sábato: "A la ciencia le son ajenas las preocupaciones éticas", y así sucedió lo inevitable: Dos Guerras Mundiales, Dictaduras Totalitarias, Campos de Concentración, Dos Bombas Atómicas, etc.
Ahí está el Hombre Moderno y así es nuestro tiempo. Está parado ante una nueva concepción de la vida y el hombre.
Como dice Viktor Frankl: "Nuestra generación es realista, pues hemos llegado a saber lo que es el hombre. Después de todo, el hombre es ese ser que ha inventado las cámaras de gas de Auschwit, pero también es el ser que ha entrado a esas cámaras con la cabeza erguida y rezando una oración."
Emilio Fatuzzo, 2008.

Arrbira "Crucifixión" de Antonio Saura.

sábado, abril 12, 2008


La idea (como dice Alejandro Jodorowsky) no es vomitar la neurosis en telas para que aplaudan la enfermedad y la locura...
La Gran Verdad, se acerca mucho al Gran Silencio.
Entonces ¿Cómo llegar a esa Verdad mediante la palabra, mediante el discurso?
¿Cómo hacer que la Verdad resplandezca e ilumine?
Tocar la Belleza, conocer el sentido de las cosas mediante la Belleza.
Eso tiene mucho que ver con el Arte.
En la foto: Emma Fatuzzo y yo.

Preguntas...


¿La guerra?

No.

¿La paz?

No.

¿La pintura?

Sí.

¿La ciencia?

Nunca.

¿El amor?

Sí.

¿El espacio?

Siempre.

¿Siempre?

No.
La obra que subo es de Roux.

domingo, abril 06, 2008

Una vez más... S. R.

A los veintisiete días de mayo del año setenta
un hombre se sube sobre sus derrotas,
pide la palabra momentos antes de volverse loco.
No es un hombre, es un malabarista de una generación.
No es un hombre, es quizás un objeto de la diversión,
un juguete común de la historia
con un monograma que dice bufón.
Ese hombre soy yo.

Pero debo decir que me tocó nacer en el pasado
y que no volveré.
Es por eso que un día me vi en le presente,
con un pie allá, donde vive la muerte,
y otro pie suspendido en el aire, buscando un lugar,
reclamando tierra de futuro para descansar.

Así estamos yo y mis hermanos,
con un precipicio en el equilibrio
y con ojos de vidrio.

Ahora quiero hablar de poetas,
de poetas muertos y poetas vivos,
de tantos muchachos hijos de esta fiesta
y de la tortura de ser ellos mismos,
porque hay que decir que hay quien muere
sobre su papel,
que vivirle a la vida su talla tiene que doler.
Nuestra vida es tan alta, tan alta
que para tocarla casi hay que morir,
para luego vivir.

Yo no reniego de lo que me toca,
yo no me arrepiento pues no tengo culpa,
pero hubiera querido poderme jugar
toda la muerte allá, en el pasado,
o toda la vida en el porvenir
que no puedo alcanzar.
Y con esto no quiero decir que me pongo a llorar.
Sé que hay que seguir navegando,
sigan exigiéndome cada vez más
hasta poder seguir o reventar.