miércoles, enero 10, 2007

La bendición...


Ayer caminaba con la avenida La Plata hacia Rivadavia cuando pase por una iglesia.

Tenia tiempo de sobre, por lo cual, me metí a ver su estilo gótico lo que me interesaba mucho…

Al entrar me sorprendió la gente: Era horario de misa.

Vacilé un momento y decidí quedarme a escuchar. Me acerque despacito por el pasillo lateral y me senté en el segundo asiento.

Escuché con atención todo lo que se decía y poco a poco me fui emocionando. Las canciones, las imágenes de La Virgen, Cristo en la cruz, la pasión, etc., etc.

Sentí por unos segundos una sensación de protección… si sí, me sentí resguardado.

En ese momento comenzó el ritual del cuerpo de cristo… se formó una fila y el cura entregaba la ostia. Dudé si en verdad merecía yo la bendición de cristo y con un poco de coraje formé parte de la fila…

Señor, me has mirado a los ojos. Sonriendo, has dicho mi nombre. En la arena, he dejado mi huella. Junto a ti…

Sonaba esa canción a todo volumen… lloré y lloré… llegué a estar frente a frente con el cura, quién me entrego la ostia y con temor la metí en mi boca.