lunes, enero 08, 2007

Fragmento...


Mauro caminaba absorto en sus pensamientos, miraba el mármol de las viejas tumbas que lo estremecían y pensó: “Hay que cumplir nuestro plan. Ese que hace millones de años viene celosamente cumpliendo la adormecida humanidad. Pero entre tanta gente inerte existieron espíritus graves, hombres que buscaron La Verdad y estuvieron tan cerca que fueron quemados por idiotas e ignorantes o encerrado en manicomios..”

Luego llegó a una lápida que decía:

Emilio Fatuzzo

22/04/1981 – 31/12/2003

Siempre culpable

No porque fuera terrible, sino por lo contrario:

Por su bondad, por su callada reserva, por su delicadeza.

No creía que su alma fuese apacible; casi con seguridad era atormentada.

Pero su tormento era recatado, hasta cortés.

-¿Quién es Emilio Fatuzzo? –preguntó Mauro intrigado.

- Era un amigo mío. –dijo el Loco con cierta nostalgia. Era un hombre que estuvo muy cerca de La Verdad, quizás más cerca de lo que él pensaba. Pero no hablo de las pequeñas verdades que aparecen todos los días en los diarios, sino que hablo de La Verdad, de La Gran Verdad.

-¿Sabés qué quería que le escriban en la tumba? Le preguntó el Loco a Mauro.

-No.

-Un día me dijo: Cuando me muera hacé que me escriban esta frase: “Aquí yace el pobre tipo que se equivocó de mundo”. Él siempre hablaba de esas cosas. Pero yo creo que no estaba en el mundo equivocado como él decía. Pobre, era buena gente.


Fragmento de "Los dioses de la noche." Emilio Fatuzzo 1999.