Ayer fui a pescar a Entre Ríos con mi papá y mi abuelo y pensé en varias cosas…
Miraba el paisaje tratando de guardarlo en mi cabeza, pero ¿cómo hacer para eternizar un momento? ¿Cómo hacer perdurar por siempre un instante de fugaz felicidad? ¿Cómo acceder a lo Absoluto? O quizá, no era necesario fotografiar, escribir o pintar algo, ya que los grandes hombres de
Escribir sobre las enfermedades de África que diezman la población o sobre el simple canto de un pájaro. En este momento, en el que mueren miles de hombres en guerras inexplicables e inútiles y cientos de niños padecen de desnutrición, escribir sobre la historia de amor del vecino me parece una cobardía. ¿Pero no era que cualquier historia de las esperanzas y desdichas de un solo hombre, de un simple muchacho desconocido, podía abarcar a la humanidad entera y podía servir para encontrarle sentido a la existencia?
Foto: Mi padre y mi abuelo penscando en el río.