martes, diciembre 19, 2006

Domingo 17 de diciembre del 2006, 4 am.


Avenida La Plata y Carlos Calvo a las 4 am…

Llueve bastante y el colectivo no viene. En mi cabeza suena What a wonderfull world.

Llevo media hora esperando… allá viene algo… pero no para porque viene lleno…

Quiero estar en mi casa… en mi taller.

Al lado mío esperando hay dos parejas y un hombre que me mira con una ceja levantada como si yo fuese su enemigo.

Empiezo a sentirme incómodo, cada vez llueve más.

Una tristeza enorme me desborda.

A una cuadra viene un hombre caminando bajo la lluvia… Vende rosas… Les ofrece a las parejas sin acertar, me mira y lo miro… ¿Cuánto salen?... Tres pesos cada una. Él está todo mojado…

Pienso en todo. En la pobreza, en la riqueza, en los trabajadores, en la vida, en la muerte. Todo me da tanta tristeza! ¿Vendiste mucho?... Por ahora nada... Bueno dame dos.

Después de media hora más de espera viene el colectivo… Subo todo mojado y manchado de pintura, con las dos rosas en la mano… La gente me mira extrañada… Piensan que soy un loco… Estoy al borde del llanto.

Una viejita me mira fijo… la miro y le ofrezco una rosa… No me la acepta (Era obvio).