jueves, noviembre 30, 2006

La premonición de los surrealistas...


Una noche de 1938 se realizó una fiesta con drogas, alcohol y prostitutas en el taller de Oscar Domínguez en la cual estaban invitados todos los pintores surrealistas.

Víctor Brauner quien hacía 7 años que pintaba autorretratos con una obsesión ocular (como se puede ver en la imagen), estaba sentado conversando con Esteban Frances.

Domínguez, borracho, drogado, loco y furioso lanzó un vaso contra Frances que tuvo el reflejo de apartarse, por lo cual impactó en el rostro de Brauner quitándole un ojo.

“Quise hacer un retrato minúsculo de mi mismo delante de un espejo…Quité un ojo. Y bien, es este ojo el que me han quitado, la herida era idéntica.” Brauner.

La obra es de Brauner “Autorretrato” 1931.