lunes, julio 31, 2006

Ya nada me hace falta...


¿Hacia dónde debemos apuntar nuestras miradas? O nuestros corazones. Si al menos no me quebrara día a día pudiera hacer algo que valga realmente la pena. O transformarme en grano de arena y así poder ser parte de un Todo. ¿Quién contestará mi llamado? ¿En quién creo? Aunque todavía no lo sepa sigo en pie. Fiesta embriagada y delirante. ¿Quién dio la orden de cambiar el Mundo? Ya nada existe ni me hace falta. Nada más que algunos óleos, un tocadiscos, una galera, un colchón y diez botellas.

Obra: "A este mundo podrido ya le sale pus", Acrícilo sobre papel, 120 x 80 cm, 2006, Emilio Fatuzzo.

Todos están alegres...


Todos están alegres, algunos como si estuvieran de fiesta o como si subieran una torre en primavera. Y yo estoy acá sentado, inconmovible, desorientado, como un niño, un niño demasiado pequeño para sonreír. Melancólico, melancólico. Como una persona sin hogar. La mayoría tiene en abundancia. Yo soy pobre, el tonto de remate. Ignorante, ignorante. La mayoría es brillante. Yo soy el tonto. La mayoría es sabia. Yo no tengo las respuestas. Ay! Estoy desolado, en el mar, a la deriva, sin puerto. Todos tienen algo que hacer. Yo soy el loco. Yo soy el torpe, el que está fuera de lugar. Yo soy diferente porque mi alimento es la leche de mi madre.

domingo, julio 30, 2006

Sin esperanza...




Hace veinticinco años, la tranquilidad me puso entre las garras de este mundo lleno de ruido, de disputas y de riñas. Veinticinco vueltas he dado en torno al Sol, y no sé cuantas veces giró en torno mío la Luna; sin embargo aún no conozco los secretos de la luz, pero si los misterios de la noche. Muchas veces he deseado la muerte, la llamé con nombres dulces y le canté en secreto y en voz alta, y a pesar de que no la olvido ni la traiciono, comienzo a amar la vida. Porque la muerte y la vida son para mí igualmente bellas y gratas y ambas comparten mi amor hacia la pintura. Y hoy miro hacia atrás, y en las estaciones de mi vida no encuentro cosecha alguna, sino papeles teñidos con gotas de tinta negra y pinturas extrañas llena de líneas y colores armonizados. En esos papeles y tintas dispersas he amortajado y enterrado mis sentimientos, mi ideas y mis sueños, de la misma manera que el sembrador sepulta los granos en el vientre de la tierra, solamente con una diferencia: el sembrador que va al campo y arroja las semillas entre los surcos de la tierra, regresa a su hogar al atardecer, esperando confiado los días de la cosecha nutricia; en cambio, yo he arrojado los granos de mi corazón sin esperanza... sin esperanza...

Críticas



Los cuadros de Emilio Fatuzzo nos remiten a un universo trágico, en el que seres atormentados contemplan un horizonte acaso imposible. Sobre fondos oscuros, sus rostros expresan la desesperación de vivir, la trágica condición de la existencia. Son cuadros que conmueven, y que revelan la notable sensibilidad de este joven pintor.

Ernesto Sábato, 2004



Series sintéticas de figuraciones abstractas, que dicen, empero cada una su mensaje, este pintor diseña y colorea con envidiable libertad, sintetizando en pocos rasgos, pero muy significativos,
los encuentros y los desencuentros de amor; sus cuadros son a la vez tempestuosos y expresivos, el color es cada vez ubicado con firmeza, son obras que inquietan, movilizan y sosiegan.

César Magrini, 2005




Paul Valery decía que todo pintor pinta con el cuerpo. Solucionan el espacio pictórico con el trazo como si danzasen en un escenario. Todo el mundo puede caminar y bailar, pero nadie baila y camina igual a otro, pero hay, además, muy pocos que hacen de ello su lenguaje expresivo. Emilio Fatuzzo lo sabe y es un especialista. El gesto es tan consciente en el artista como en acto del discurso. El gesto es en la vida y en el arte un reflejo del espíritu que lo anima. La pintura de Emilio Fatuzzo es austera u juega a la presencia de pocos elementos que quedan en la obra como los actores en una escena. Su vitalidad nos habla sin hablar, alude sin precisar, pero trasciende de él y nos llega.

Luís Felipe Noé, 2006

Obra: "Presente fugaz", Acrílico sobre tela, 150 x 120 cm, 2006, Emilio Fatuzzo.

Todo tiene que ver con todo


Me gustaría escribir mil cosas y que “todas tengan que ver con todo”. Siempre todo lo que hago tiene que ver con eso, con “todo”.
Que todas las cosas confluyan en una: en “todo”. Una forma de integración para siempre. Que una sola cosa hable por todas. Que lavar los platos tenga que ver con La Gran Conspiración del No-Ser.

Obra: "Sin título" 120 x 80 cm, Técnica mixta sobre madera, Emilio Fatuzzo.

miércoles, julio 12, 2006

Sin esperanza...


Sin esperanza... sin esperanza... sin esperanza... sin esperanza... sin esperanza... sin esperanza...
Es lo único que puedo decir hoy...

Inauguración



Jueves 13 de Julio a las 19 hs. Bolivar 860, San Telmo.
Los espero....
Emilio Fatuzzo.

Obra: "Kabbalah" 50 x 70 cm, Técnica mixta sobre tela, 2005. Emilio Fatuzzo.